miércoles, 26 de octubre de 2011

Dramaturgia de la realidad. De Carla Guimarães


   Mi misión dentro del laboratorio sobre teatro documento “la realidad mestiza” puede ser resumida en una frase: escribir un texto teatral sin poner ni una palabra de mi autoría. Para cualquier autor esta tarea es un desafío, principalmente, porque tenemos la tendencia a exponer nuestra manera de pensar en lo que escribimos, unos con más habilidad y otros con menos. Otro gran desafío fue la imposibilidad de usar la ficción para hacer la obra. Incluso cuando escribo un texto periodístico muchas veces echo mano de ella para hacer el artículo más atractivo para el lector. Sin la ficción un autor se siente desnudo y empobrecido de recursos. Así que, sin voz propia y completamente desnuda, empecé mi trabajo en el laboratorio.    

Cuando el director del proyecto, Julián Fuentes, decidió que el tema que íbamos a tratar sería el 15M sentí que quizás las premisas anteriores tenían mucho sentido. Para mí, en este momento, era muy difícil escribir un texto de ficción sobre el 15M. Participé en muchas manifestaciones y tenía una opinión subjetiva y emocional sobre los hechos. Creo que el tiempo nos permite analizar la historia con más claridad y yo no tenía esta distancia para escribir un texto novelado. Además, creo que en este trabajo no importaban tanto mis ideas y mi perspectiva personal, sino las palabras de los demás, de las miles de personas que, a través de Internet, publicaban diariamente su opinión y sus vivencias dentro del movimiento. El 15M nació en las redes sociales, sería injusto no tenerlas en cuenta a la hora de escribir un texto sobre el movimiento. El primer paso, por lo tanto, fue investigar y recolectar información, opiniones y textos en Internet.

 Para empezar a seleccionar material en la red, tuve que fijar un periodo de tiempo. Internet me ofrecía un universo de posibilidades y, si no delimitaba un periodo, podría estar meses y meses colectando información. Decidí trabajar con lo sucedido en España entre los días 15 de mayo y 12 de junio de 2011. El 15 de mayo nace el movimiento, con la manifestación y la posterior acampada en la Puerta de Sol de Madrid, y el 12 de junio es la fecha que se levanta la acampada.  Teniendo claro el periodo, empecé a buscar tres tipos de materiales: noticias (publicadas en la prensa digital), opiniones y comentarios (publicados por anónimos en facebook, twitter y youtube) y sloganes (difundidos por las páginas oficiales del 15M y por usuarios de Internet). La idea era reunir en el texto diferentes voces que me ayudarían a narrar la historia: una muy objetiva e informativa, que provenía de las noticias de prensa, y otras dos más subjetivas y emotivas, que representaban las opiniones y sloganes.

En la segunda parte del trabajo, teniendo el periodo cronológico como eje del texto, empecé a montar la información seleccionada buscando que una frase me llevara a la otra y así sucesivamente hasta el final, generando una verdadera manta de retazos con el material colectado. Para ordenar la información, además del eje cronológico, utilicé la estructura clásica de presentación, nudo y desenlace. El primer resultado fue un texto de 15 páginas que titulé “Anónimos” y que llevé para el primer día de laboratorio con el grupo.

La lectura del texto y la discusión sobre el mismo representaron una tercera fase del proceso de trabajo. Los actores, el director, los músicos, la asistente de dirección y el artista visual que formaban parte del laboratorio opinaron y discutieron sobre el contenido de la obra. Es cierto que no utilicé mis palabras al escribirla, pero al seleccionar y descartar informaciones estaba, de una cierta manera, imprimiendo mi punto de vista  sobre el 15M. Con el grupo intentamos trabajar para que el texto fuera lo más objetivo posible, aunque conseguir un texto totalmente objetivo es algo imposible. Intentamos añadir más voces y puntos de vista, conscientes de que nuestra voz de alguna manera iría a prevalecer.

Con la aportación del grupo y del director volví sobre la obra, añadiendo, cambiando de lugar y quitando informaciones para tener como resultado un texto de cinco páginas que posee un primer acto de antecedentes que termina con el surgimiento del 15M, un segundo acto cuyo conflicto es el enfrentamiento entre las manifestaciones callejeras y poder establecido, y un tercer acto de conclusiones con la decisión de levantar el campamento y plantear el futuro del movimiento. Este último texto fue presentado en la muestra de resultados del laboratorio.

La experiencia de desnudarme de la ficción y de mis propias opiniones preconcebidas no solo permitió construir un texto que pudiese representar un determinado momento histórico, como me ayudó a ver este momento con más distancia y objetividad,  algo que no tenía al empezar el laboratorio. No sé si el texto puede ser utilizado como un resultado final, pero seguramente es esencial como parte del proceso de escritura de una obra sobre un hecho histórico reciente. Un proceso que permite al dramaturgo observar las muchas voces que forman parte de cualquier evento y distanciarse de ello, antes de optar por escribir una sola historia o dar un solo punto de vista.

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